Continuamos con la segunda parte del campo Auschwitz I.
En la anterior entrada nos quedamos en la parte del museo donde nos explican qué es el Zyklon B y la manera que tenían los miembros de las SS para usarlo en las cámaras de gas con los judíos y otros prisioneros.
La siguiente puerta que se atraviesa te deja con la boca abierta. En esa sala empiezas a ver lo más personal de los prisioneros, ¿a qué me refiero? Pues a partes de ellos que por motivo de respeto hacía las víctimas no se puede fotografiar. En esta sala de más de 7 metros de largo por un poco más de 4 metros de ancho, lo que veras será una vidriera con una montaña de pelos de las últimas victimas del Holocausto en Auschwitz.
Y os preguntareis para qué almacenaban los nazis el pelo de los judíos, la respuesta es muy simple, fabricar tejidos, era más barato conseguir pelo humano que de animales. En esta sala también podréis ver una máquina de tejer grande en la que se ve cómo se colocaba el pelo y posteriormente salía una prenda.
También podremos ver las prendas personales de los prisioneros. Todo lo recaudado, desde las maletas que dejaban los judíos a su llegada al campo como los dientes de oros arrancados de sus bocas tras morir en las cámaras de gas, era enviado hacia el área del campo conocido como "Canada", un lugar donde se almacenaba todo lo que pudiese servir al III Reich, los trenes que llegaban llenos de judíos salían llenos con sus pertenencias.
Y es que una de las mayores razones por las que se perseguía a los judíos era por razones económicas. Por ejemplo los dientes y otros objetos de oro eran fundidos y enviados al Reichbank en forma de lingotes.
No se desaprovechaba nada, ya fuesen gafas o prótesis todo era utilizable y había que beneficiarse de lo que los prisioneros "no tenían derecho a poseer".
Las maletas se amontonan en otra habitación a parte, imposible de contar cuantas hay pero si siendo posible leer los nombres y fechas de nacimiento de sus dueños.
Y los niños no eran una excepción a la hora de quitarles sus pertenencias, en la misma habitación de las maletas veremos ropas de bebes, muñecas, y zapatos pequeños que sobre pasan la altura de las puertas.
En otra habitación vemos una montaña más de miles de zapatos, estos ya pertenecen a los adultos. En la foto podréis apreciar la cantidad gigantesca que hay.
Los cepillos, las gominas y otras cremas eran también requisadas. En algunas de las latas se pueden leer la procedencia de cada una, viendo que daba igual si eras un judío alemán o uno polaco, si tu territorio estaba ocupado por la Alemania nazi debías de huir.
Los prisioneros eran sometidos a todo tipo de crueldades como ya he dicho. Desde trabajos forzados y torturas hasta experimentos médicos y ejecuciones arbitrarias.
Abajo una foto de nuestra guía Paulina, explicándonos el proceso desde que llegaban a la estación los prisioneros, tatuandoles la piel para marcarlos y metiendolos en las duchas.
No solo tenían el tatuaje para identificarlos, también poseian unos simbolos dependiendo del motivo por el que estaban en el campo.
Los triángulos rojos eran prisioneros políticos, los verdes eran criminales, los rosas homosexuales, los SU eran prisioneros de guerra soviéticos, los cuadrados grises con triángulos negros "antisociales", el mismo cuadrado con una Z eran gitanos, los IL eran prisioneros sospechosos de planes de fuga...
La clásica ropa de rayas azules de los prisioneros se exhibe también en el museo.
Las fotografías de los prisioneros, tanto hombres como mujeres se muestran en este largo pasillo blanco junto a su nombre, fecha de nacimiento y fecha de muerte. Mirarlas fijamente produce una sensación de escalofríos indescriptible.
Pero si hay algún lugar de Auschwitz que defina la palabra "escalofrío" esa es la siguiente, la habitación de los niños.
En ella vemos la ropa de esos pequeños que fueron asesinados, además de algunas fotografías en las que aparecen también los nombres, fecha de nacimiento y fecha de muerte, desaparición o si fue superviviente.
Los nazis deportaron unos 232000 niños y jóvenes, incluidos 216000 judíos 11000 niños gitanos, 3000 niños polacos y 1000 niños esclavos de otras nacionalidades. La mayoría de los niños judíos perecieron en las cámaras de gas inmediatamente a su llegada. En el campo se registraron 650 niños y jóvenes, 450 menores de 15 años.
En esta foto se ven a los últimos grupos de niños liberados en el campo, por lo general solo mantenían con vida a los gemelos para usos experimentales, a la izquierda de la imagen se ven a los últimos gemelos que llegaron y sobrevivieron gracias a la liberación del Ejercito Rojo en 1945.
Lo que hacia que los niños y, sobre todo, los gemelos sufriesen los experimentos tan bárbaros era debido a la obsesión que poseía el oficial de las SS Josef Mengele. Su obsesión por la antropología, el fanatismo nazi que poseía y un poco de locura que debía de tener en la cabeza este monstruo hacían de él uno de los hombres mas crueles y sádicos del III Reich.
Apodado como "el ángel de la muerte", no dudaba en asesinar a niños, cortar sus cabezas y extraer sus órganos para estudiarlos. No obstante Mengele no se cortaba ni un pelo y era aun más temido por sus crueles experimentos, de hecho creó una guardería donde estaban los niños con los que experimentaría, les decía que los llamasen "el tío Mengele", les daba azúcar y posiblemente en media hora o al día siguiente los asesinaba o mandaba a la cámara de gas.
Él mismo inyectaba dosis letales, disparaba, golpeaba o realizaba los experimentos mortales a sus sujetos de experimentación.
En estos documentos y cartas se podían leer como Josef informaba al Reich de los experimentos que deseaba hacer o que había hecho.
Si queréis saber más acerca de este monstruo, podéis buscar en Internet cualquier información acerca de él, veréis cosas que ni os creeréis. Simplemente una vergüenza de persona.
Las alambradas electrificadas hacían que la muerte fuese más fácil y rápida para muchos prisioneros que ante la impotencia, cansancio y presión se abalanzasen sobre ellas.
Llegamos al temido bloque 11, el que entraba allí sabía que lo que le esperaba era la muerte.
En esta sala los hombres se desnudaban antes de partir hacia el muro de fusilamiento.
En esta otra habitación, bajo la atenta mirada de la fotografía de Hitler, la gestapo sentenciaba al preso a muerte.
Entrar al patio y recorrer el camino viendo tu destino en un muro agujereado de balas debía de ser horrible.
Muchas veces, si un hombre era condenado por algo que hizo mal, su familia también era condenada como ejemplo para el resto de presos. Primero fusilaban a los hijos, luego a la mujer y por último a él. De esa manera el hombre moriría con el remordimiento y sus últimos segundos serian eternos.
Hoy en día se conmemora a las victimas con una bandera con los colores de las ropas de los presos.
En el patio también había unos palos con unos ganchos, donde se colgaban a los prisioneros y se les dejaba durante días con los brazos arriba sin tocar el suelo hasta morir.
Después de esto recorremos el camino de la muerte hasta la cámara de gas, en el momento de hacer esta fotografía, el ambiente era sacado de una película de terror, el frío, las alambradas, los barracones, escuchando solo nuestras propias pisadas y a los cuervos pronunciando la palabra muerte a nuestro alrededor.
En marzo de 1946 Rudolf Höss, máximo responsable de las operaciones del campo, fue detenido y condenado a muerte en Polonia. En abril de 1947 fue ahorcado en el patíbulo de Auschwitz.
Dentro de la cámara de gas se aprecian los arañazos de los pobres asesinados en ella (fijaos encima de la cabeza del chico).
Esto muestra la agonía y el sufrimiento que se tenía que pasar allí dentro, donde murieron miles de personas.
Posteriormente los cuerpos eran incinerados en los crematorios.
Acabamos con Auschwitz I sorprendidos de las atrocidades vividas en ese lugar pero aún nos queda Birnekau, el campo de Auschwitz II. Una extensión del campo I en el que se empezó a llevar en masa a millones de personas para la "solución final" de Hitler.
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