Bienvenidos al blog fotográfico de Daniel Morales González

En el ojo de mi mente, visualizo un detalle. La vista y la sensación aparecerán en una impresión. Si me excita, hay una buena ocasión que hará una buena fotografía. Es un sentido intuitivo, una capacidad que viene de mucha práctica.

Ansel Adams.

domingo, 18 de octubre de 2015

Auschwitz II, Birkenau

Hola a todos, después de unos meses de inactividad por falta de tiempo y otras circunstancias vuelvo para dejaros una nueva entrada.

Con esta acabamos la visita a Auschwitz.

Tras visitar el campo I volvemos al micro bus para dirigirnos al campo II llamado también Birkenau. Este campo está a unos 2 km del primero y la función que tenía básicamente era de exterminio. Aquí fue donde murieron la mayor parte del más de un millón de víctimas del campo de Auschwitz.


La entrada por donde pasaban los trenes y vagones hasta el campo es imponente, es como una boca gigante que parece que te va a engullir y de la que no podrás salir.


Una vez dentro lo que vamos a ver son bastas extensiones de campo totalmente llanas, las vías de tren hacen una intersección en el centro de las instalaciones. Una extensión de 175 hectáreas dividido en secciones y separadas por alambradas electrificadas.


Los prisioneros apenas podían ver nada hasta llegar y bajarse de los vagones de carga como el de abajo, los mismos que se usaban para cargar el ganado. Este vagón sigue allí para recordar que entre la primavera y el verano de 1944 más de 400000 hombres, mujeres y niños judíos procedentes de Hungría fueron traídos en vagones similares en más de 100 transportes. La mayoría de ellos serían llevados a las cámaras de gas a su llegada.



Los caminos embarrados por la lluvia también conducen a los barracones y torres de vigilancia, atravesando las alambradas que retenían a todas estas personas.



A su llegada, los judíos eran expuestos a los médicos de las SS para determinar quienes iban a las cámaras y quienes a los barracones a la espera de ser usados con fines experimentales o como mano de obra, justo en este mismo punto del campo, en esta caseta.



Después de hacer una parada aquí y de escuchar la explicación de nuestra guía Paulina somos nosotros los que recorremos ese camino de la muerte hacia las cámaras de gas.


Junto al monumento a las víctimas y las cámaras de gas encontramos distintas placas con las principales lenguas habladas en el campo. La que os enseño está en ladino que proviene de los sefardíes o descendientes de judíos expulsados en la Edad Media de España.

En ella podemos leer "Ke este lugar, ande los nazis eksterminaron un milyon i medyo de ombres, de mujeres i de kriaturas, la mas parte djudyos y varyos payizes de la evropa, sea para syempre, para la umanidad, un grito de dezespero i unas sinyales. Auschwitz-Birkenau. 1940-1945.".




Observamos a nuestro alrededor y lo que vemos son placas y monumentos a las víctimas y las  ruinas de las cámaras de gas.




Al convertir este campo en un campo de exterminio, para poder llevar a cabo "la solución final", se crearon 4 crematorios cada uno con su cámara de gas correspondiente las cuales tenían capacidad para 2500 prisioneros por turno.


Foto realizada con Xperia Z3

Como ya he dicho antes, los prisioneros que llegaban al campo eran sometidos a una selección: mano de obra en campos de trabajos, fines experimentales para el ángel de la muerte (Josef Mengele) o directos a las cámaras de gas.

En general, los niños, ancianos y enfermos eran enviados directamente a las cámaras de gas a su llegada.


Foto realizada con Xperia Z3


El proceso de exterminación para los seleccionados a las cámaras era informándoles de que se les ofrecía una ducha y, tras dejar todas sus pertenencias en una sala, eran encerrados y gaseados con el Zyklon B. Cuando todos habían muerto, se comprobaba que no dejasen ningún objeto de valor, como los dientes de oro o los pendientes, y eran llevados a los hornos crematorios.


Foto realizada con Xperia Z3


Hoy en día lo que queda son las ruinas de esos hornos crematorios y cámaras de gas, ya que los nazis intentaron destruir todo el 24 de Noviembre de 1944 para no dejar rastros del genocidio, incluso los barracones, muchos fueron arrasados pero aún a día de hoy quedan un gran número de ellos.





Tras prestar atención a toda la información que nos da Paulina recorremos el camino de la muerte de vuelta hacia los barracones para poder verlos por dentro.



Pasas de ver la luz a la oscuridad total en apenas 1 segundo.







Unas rejillas en el techo y unas pocas de ventanas era lo único que había en la mayoría de los barracones.



El frío y la humedad nos calaba hasta en los huesos a pesar de ir con ropa térmica, chaquetones, botas, gorros y guantes. No nevaba, solo nos llovía y la baja sensación térmica no la echábamos de menos. 
¿Cómo debería de ser en pleno invierno, sin ropa de abrigo, sin comida y con el miedo de que podía ser tu último minuto en esta vida?







En algunas paredes podemos ver nombres y fechas de los prisioneros (el vandalismo hace que sea complicado distinguir los originales).



La mayoría de los barracones fueron quemados pero el rápido avance de los aliados impidió que los nazis pudiesen ocultar todas las pruebas.





Este campo fue liberado por los sovieticos en Enero de 1945. Nueve días antes, las SS mandó marchar a 60000 prisioneros a Wodzislaw Slaski, a 55 km de distancia, para enviarlos en trenes a otros campos, unos 15000 murieron en el trayecto.

Otros muchos prisioneros fueron asesinados de distintas maneras antes de las marchas y fusilados durante y después de ellas.

Se dice que cuando el ejercito norteamericano descubrió el primer campo de concentración, varios soldados se desmayaron, muchos otros rompieron a llorar y gran parte del resto decidió dar media vuelta y no ver más.




Foto realizada con Xperia Z3






Foto realizada con Xperia Z3


Nos despedimos de Auschwitz con la suerte de poder salir por la puerta y dejamos atrás un pedazo triste de la historia pero que creo que es importante de recordar para no volver a cometer los mismos errores.


Foto realizada con Xperia Z3

Espero que os haya gustado, dentro de lo que cabe, esta y las demás entradas de Auschwitz. Pienso que es necesario visitar, ver, escuchar, leer cada cosa que te encuentres allí para entender una mínima parte de lo que pudo ser aquello y también para evitar que ocurra de nuevo algo parecido, aunque ya se sabe que el ser humano es el único ser de este mundo lo suficientemente estúpido como para caer dos veces en la misma piedra y volver a repetir sus errores. 

Estas tres últimas entradas se la dedico a todas aquellas víctimas del Holocausto y de la gran guerra que se vivió entre 1939 y 1945. A todos los que lucharon por la libertad y los derechos de las personas.

Os recomiendo y animo a que vayáis al menos una vez en vuestra vida a visitar este lugar.

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